Hoy para desayunar bizcocho pero de un sabor muy característico la leche condensada. Lo difícil en mi casa es conseguir esconder un bote sin que nadie acabe con él (incluso a cucharadas).
Es verdad que la leche condensada es una tentación ya que no deja de ser leche de vaca a la que se le extrae el agua y se le añade azúcar, de ahí su sabor tan dulce y tan bueno, pero la verdad es que en la cocina nos ofrece muchas posibilidades.
INGREDIENTES:
- 1 bote de leche condensada (400 ml)
- 4 huevos
- 50 grs. de mantequilla
- 120 grs. de harina
- 1 sobre de levadura Royal®
- Azúcar glas (para espolvorear)
PREPARACIÓN (en Thermomix):
Precalentamos el horno a 170ºC.
Vertemos la leche condensada en el vaso y programamos velocidad 3 1/2 y por el bocal vamos añadiendo los huevos.
Añadimos la mantequilla y programamos 30 segundos a velocidad 3.
Por último, la harina y la levadura durante otros 30 segundos a velocidad 3.
PREPARACIÓN (Clásica):
En un bol ponemos la leche condensada y con unas varillas eléctricas vamos añadiendo los huevos. Cuando los huevos se incorporen en la leche condensada, le añadimos la mantequilla y volvemos a batir bien.
Por último añadimos poco a poco la harina y la levadura hasta que consigamos una mezcla homogéna sin grumos.
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Untamos un molde con mantequilla y harina y echamos la mezcla anterior.
Yo he usado un molde tipo plum cake pero os recomendaría que uséis otro tipo de molde más ancho y alto, ya que al ser un bizcocho con muy poca harina le cuesta más hacerse.
Yo en este molde lo tuve 45 minutos a 170ºC. Tenedlo en cuenta ya que si usáis un molde redondo (el clásico) seguramente en 35 minutos estará.
Por último desmoldamos y espolvoreamos azúcar glas por encima y a desayunar.
Ya veréis como os sorprende ese sabor tan característico de la leche condensada, y es que queda un bizcocho tierno y muy esponjoso.
¿Os animáis a probar?
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