martes, 23 de abril de 2013

Albóndigas de merluza en salsa verde

Como de dulces no se puede vivir, aquí traigo mi primera aportación de recetas saladas.

Se trata de una albóndigas diferentes, de pescado, en este caso merluza fresca, acompañada de un salsa verde muy sencilla. 

Sin duda una forma distinta de comer merluza, que sorprenderá a adultos y especialmente a aquellos peques que les cuesta más comer pescado.


INGREDIENTES:

- 500 grs. de merluza (sin piel ni espinas)
- 1 huevo
- 1 cebolla
- 2 dientes de ajo
- Perejil
- 100 ml. de leche
- 150 grs. de miga de pan (mejor del día anterior o duro)
- Harina
- Aceite de oliva virgen extra
- 50 ml. de vino blanco (en caso de no tener, yo he usado en alguna ocasión, cerveza o incluso cava)
- Caldo de pescado (si no tenemos podemos usar agua, aunque no estará tan rico)
- Sal y pimienta

PREPARACIÓN:

Una vez que tenemos los lomos de merluza bien limpios, los picaremos. En mi caso me ayudo de la Th-31, al que incorporo, un diente de ajo, un poco de perejil, la miga de pan (que estará remojada en la leche), el huevo, un poco de sal y pimienta.
Mezclaremos los ingredientes durante 1 min. a vel. 3.

En caso de no disponer de Th-31, picaremos los filetes con el cuchillo (como si fuera carne picada) o nos ayudaremos de alguna picadora. Y haremos la mezcla en un bol, incorporando el diente de ajo y el perejil picado, la miga de pan (empapada en leche), el huevo, la sal y la pimienta.

A continuación, con la masa elaboramos las bolas con las manos (hay que lavárselas muy bien antes, que no cuesta trabajo, y me temo que después también), y las pasaremos por harina, para freírlas hasta que se doren, reservándolas en papel absorbente para que cojan la menos cantidad de aceite posible.

Ya sólo nos queda ponernos con la salsa. En el aceite de oliva, picaremos la cebolla y cuando esté transparente, incorporamos el diente de ajo y un poco de perejil. Cuando se dore, añadimos nuestro vino blanco (cuanto más bueno más rico quedará) hasta que evapore el alcohol, y el caldo de pescado. 

Tras dejarlo 10 minutos aproximádamente, incorporamos a la salsa nuestras albóndigas, para que cojan todo el sabor durante otros 5 minutos. Y finalmente espolvoreamos un poco de perejil por encima para realzar el color.

Como cena puede ser planto único, acompañado de una ensalada. A la salsa muchas veces le incorporo pimiento, en este caso rojo bien picadito junto a la cebolla, para darle un poco de color al plato.


¿Os animáis a probar? 


       

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